Acelerar la igualdad de género - por Marita Carballo
Al ritmo actual, se necesitarán 132 años para alcanzar la paridad de género total.
El informe global sobre brecha de género (Global Gender Gap) del World Economic Forum cubriendo 146 países muestra un retroceso y señala un largo camino a recorrer para alcanzar la paridad. En 2022, la brecha global de género se ha cerrado en un 68,1%.
Al ritmo actual de progreso, se necesitarán 132 años para alcanzar la paridad total, mostrando un retroceso de más tres décadas en relación a 2020 (previo a la pandemia) cuando se estimaba se cerraría en 100 años. Este Índice que se mide desde 2006 considera cuatro indicadores clave: logro educativo; salud y supervivencia, empoderamiento político y participación económica y oportunidades.
Los cinco países con mejores resultados y más cercanos a la paridad de género son Islandia (90,8%) a la cabeza del ranking mundial. Luego Finlandia (86%), Noruega (84,5%), Nueva Zelanda (84.1%) y Suecia (82,2%).
En el análisis por regiones observamos que América del Norte lidera habiendo cerrado el 76,9% de su brecha de género y se estima que le llevara 59 años lograr la paridad. Le sigue de cerca Europa, que ha cerrado el 76,6% de su brecha y se proyecta le llevara 60 años cumplir la meta .
En tercer lugar se encuentra América Latina y el Caribe, que ha cerrado el 72,6% de su brecha de género y deberá esperar 67 años a este ritmo para alcanzarla. Asia Central, junto con Asia Oriental y el Pacífico, se encuentran en el medio, con un 69,1% y un 69% respectivamente, de progreso hacia la paridad y a este ritmo les llevara 152 y 168 años respectivamente alcanzar la igualdad. En sexto lugar, África subsahariana se sitúa en un 67,8% y le sigue en séptimo lugar Oriente Medio y África del Norte, que ha cerrado el 63,4% de su brecha de género y deberá esperar 115 años lograr equidad. Por último, el sur de Asia reporta el desempeño más bajo, con 62,4% de brecha de género en 2022.y se estima que podrá cerrarla en 197 años.
La Argentina se encuentra en el puesto 33 del índice general de brecha de género, de un total de 146 países. Mejoró dos escalones respecto del año anterior y solo tres países latinoamericanos lo superan en puntaje: Nicaragua, Costa Rica y México.
Si se mira la brecha en cada categoría en particular en la Argentina aparece en el puesto número uno (junto con otros países que también alcanzaron la paridad) en lo que respecta a educación y está bien posicionada también en “empoderamiento político” (28 en el ranking) y en el 46 en “salud y supervivencia”.
La situación se agrava en lo que se refiere a “participación en la economía y oportunidades” donde ocupa el puesto 102 entre los 146 países.
El logro de Argentina en educación es remarcable y la participación en política es alta sobre todo por los cupos en el Congreso que la lleva a ocupar el puesto 13 en este ítem a nivel global y por haber tenido dos mujeres jefas de estado en los últimos 50 años lo que la ubica en el puesto 16 a nivel global. En cambio en cuanto a la presencia femenina encabezando ministerios hay mucho por lograr ya que ocupa el puesto 83 al momento del el informe.
La posición de la mujer en lo laboral y económico en el país es muy crítica con solo un 8% de las firmas que tienen mujeres en los cargos de liderazgo y un porcentaje similar de dueñas de compañías. A esto se suma la desigualdad salarial entre otros factores. Hay un enorme trabajo por hacer.
La igualdad de género es un proceso que está en marcha, la sociedad argentina en nuestros estudios reconoce que el cambio se está dando y es quizás el fenómeno sociológicamente más relevante de este siglo. Pero va lento y se ha ralentizado en pandemia. Estudios de UADE y Voices detectan un impacto en la salud psicológica con un aumento de los estados emocionales negativos entre las mujeres marcadamente mayores que entre los hombres. Siete de cada diez mujeres argentinas manifestó sentirse estresada versus cinco de cada 10 hombres y los datos muestran que también se han sentido significativamente más solas, ansiosas, con miedo, sin tiempo y con dificultades para dormir.
La mayor desigualdad se detecta en el hogar donde las mujeres continúan realizando la mayoría de las tareas domésticas y de cuidado y atención de los niños, justamente el ámbito cuyos tímidos avances la pandemia más erosionó. , Estudios de Voices muestran que dedican el doble de tiempo a estas tareas que los hombres. Datos globales de WIN detectan que además es alta y no da tregua la violencia de género en el mundo y en Latinoamérica. Esta encuesta en 36 países revela que Argentina, México y Chile destacan por su alta incidencia junto con la India.(alrededor de 35% ha sufrido violencia física o psicológica ).
Un dato sumamente interesante y revelador de nuestras investigaciones en opinión pública sobre la cuestión de “género” es que tiene mucha relación con lo ‘generacional’.
De hecho, en la mayoría de los casos vemos que el acuerdo, la defensa, el posicionamiento o las actitudes vinculadas con la paridad de género se intensifican entre mujeres versus hombres, pero de forma aún más marcada entre ‘jóvenes’ en relación a los segmentos etarios medios y grandes. Al analizar las respuestas dentro de cada tramo de edad, vemos que, en el rango más joven, la brecha de opiniones y actitudes entre hombres y mujeres es notablemente menor a la observada en tramos de mayor edad.
Entre los hombres, los jóvenes son los más activos en términos de participación en temas de género, incluso en niveles que superan a los de las propias mujeres de mayor edad. La actitud de los jóvenes es alentadora y vislumbra un mundo más igualitario en términos de género. Debemos trabajar para acelerar ese proceso.