Desafíos económicos en el acceso a productos de higiene menstrual

27 de mayo 2024 | Opinando San Nicolás
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En conmemoración del Día de la Higiene Menstrual, que cada 28 de mayo busca concienciar sobre la importancia de garantizar un acceso equitativo a los productos menstruales, surge un preocupante panorama sobre el impacto de la crisis económica en este ámbito. Según revela un reciente estudio realizado por Día Argentina y Voices, basado en una encuesta online que consultó a 800 mujeres argentinas en abril de 2024, la mayoría de las mujeres enfrentan dificultades económicas para adquirir productos de gestión menstrual.

El estudio destaca que aproximadamente ocho de cada diez mujeres consideran que los productos menstruales son caros o muy caros, lo que refleja una percepción generalizada de su alto costo. Este sentimiento se agudiza aún más entre aquellas mujeres pertenecientes a los estratos socioeconómicos medios y bajos, donde la preocupación por no poder pagar estos productos es palpable en siete de cada diez mujeres encuestadas.

El acceso a productos de higiene menstrual se ha convertido en un verdadero desafío, exacerbado por la limitación económica que muchas mujeres enfrentan. Este desafío se refleja en cambios de hábitos, como el uso prolongado de los productos, una práctica que puede ser perjudicial para la salud menstrual, así como en la búsqueda de ayuda económica entre familiares y amigos para hacer frente a estos gastos.

Es importante destacar que este problema no afecta de manera homogénea a todas las franjas etarias. Mientras que las mujeres de 25 a 55 años tienden a optar por marcas más económicas debido a sus restricciones presupuestarias, aquellas de 15 a 24 años enfrentan mayores dificultades, optando por usar los productos durante periodos más prolongados y buscando ayuda financiera externa para su adquisición.

En este contexto, surge la necesidad imperante de promover políticas y acciones que garanticen un acceso equitativo a productos de higiene menstrual, reconociendo su carácter de necesidad básica y fundamental para la salud y el bienestar de las mujeres. Los testimonios recogidos durante el estudio subrayan la urgencia de abordar este problema, haciendo un llamado a la creación de alternativas más accesibles y asequibles que no perpetúen la exclusión económica en el acceso a la gestión menstrual.