Día Internacional de la Mujer: ¿quién lava tu ropa?
La moda es una de las pocas industrias en las que la paridad es prácticamente la regla. Pero a nivel personal y puertas adentro, en la Argentina las tareas de cuidado del hogar y de terceros siguen repartidas de manera dispar entre los sexos. Así como la industria se alzó en algún momento contra la informalidad y la explotación preguntando «¿quién hizo mi ropa?», a nivel personal los invito a preguntarnos en el Día Internacional de la Mujer, «¿quién lava mi ropa?».
La Worldwide Independent Network of Market research (WIN), la principal asociación global de firmas independientes de investigación de mercado y encuestas de opinión y Voices en Argentina, han publicado su Worldviews Survey, que recopila las perspectivas y creencias de 34.946 personas en 39 países.
Las tareas domésticas siguen recayendo en las mujeres tanto a nivel global como en Argentina. A pesar de que el 69% de las personas a nivel global cree que la igualdad en el hogar se ha logrado total o parcialmente, la distribución del trabajo doméstico muestra una realidad diferente.
«Medimos la realización de las siguientes tareas domésticas que van desde cuidar niños y niñas y mascotas, hasta cocinar, realizar las compras, ordenar la casa, tender la cama, etc. Todas las tareas siguen realizándose mayoritariamente por mujeres, excepto «sacar la basura» (la única tarea que los hombres hacen más que las mujeres en 23 de 39 países; 56% de hombres frente a 53% de mujeres) y «hacer las compras», que es compartida por ambos géneros (46% hombres frente a 49% mujeres),» de acuerdo a los investigadores de WIN y Voices.
A nivel global, las tareas con mayor brecha de género son «lavar la ropa» (realizada en mayor medida por mujeres en todos los países) y «cocinar» (en 38 de los 39 países la realizan mayoritariamente las mujeres), con una diferencia del 27%. Esto contrasta marcadamente con el mundo de la alta cocina, donde históricamente los chefs más reconocidos han sido hombres.
Incluso en países donde la igualdad de género es percibida como más avanzada, la distribución de las tareas domésticas sigue siendo desigual, aunque en menor medida. Las menores brechas de género se encuentran en Suecia, EE. UU., Noruega y Canadá. En el otro extremo, Pakistán presenta la mayor disparidad, seguido de Indonesia, Vietnam (a pesar de tener la percepción más alta de igualdad de género en el hogar con 92%), Filipinas y Turquía.
Con excepción de Ecuador, la mayoría de los países de América Latina y el Caribe presentan una brecha considerable en la distribución equitativa de las tareas domésticas, en línea con el promedio global (-15,7%). En Argentina, la brecha es del -14,50%, en Chile alcanza el -16,10%, mientras que en México y Brasil supera ligeramente el promedio global, con -18,40% y -19,90%, respectivamente. En Perú y Paraguay, la brecha es aún más pronunciada, superando el promedio global.
«En nuestro país todas las actividades domésticas medidas son más realizadas por mujeres que por hombres salvo sacar la basura, que es más frecuente que la realicen los hombres, y las compras donde son si bien son más las mujeres que las realizan se encuentra bastante paridad. Las tareas con mayor desigualdad en la distribución en nuestro país son lavar el baño, ordenar la casa, lavar la ropa y cuidar a niños y mascotas», indica el informe.
«Resulta interesante ver cómo las tareas más realizadas por hombres (sacar la basura y hacer las compras) son tareas para el hogar pero que se realizan fuera del mismo, en cambio las más internas son las tareas donde mayor brecha hay», remarcaron.
En la Argentina, según estas mediciones, tres cuartas partes de la población sostiene que se ha alcanzado la igualdad de género en el hogar (74%), un 65% en el trabajo y un 60% en política (el ámbito más rezagado). También mejoró la percepción de igualdad en todos los ámbitos vs la onda anterior. Las opiniones de hombres y mujeres con relación a la igualdad en el hogar no difieren significativamente, pero sí hay diferencias importantes con relación a la percepción de igualdad en lo político y laboral, donde los hombres son más optimistas que las mujeres. En los tres ámbitos medidos tiende a aumentar la percepción de igualdad a mayor educación y en CABA.
Violencia de género
A la vez, el porcentaje de mujeres que reporta haber sufrido violencia física y/o psicológica ha disminuido a nivel mundial, pasando del 20% en 2024 al 14% en 2025. Sin embargo, esta caída se debe en parte a la inclusión de países con tasas más bajas de violencia, como China y Tailandia (donde el 97% y el 90% de las encuestadas, respectivamente, respondieron «no» al ser preguntadas sobre experiencias de violencia), así como Eslovaquia y Noruega (donde el 88% de las mujeres no reportó haber sufrido violencia). A su vez, Nigeria – el país con el índice más alto de violencia contra las mujeres en 2024 – no participó este año. De manera similar, los reportes de acoso sexual han disminuido del 10% al 7%, influenciados por los mismos factores.
Tanto la violencia como el acoso están fuertemente relacionados con la edad, afectando más a las mujeres jóvenes, una tendencia persistente desde 2019. Entre las mujeres de 18 a 24 años, el 18% ha experimentado violencia y el 16% ha enfrentado acoso sexual en 2025 a nivel global. Estas cifras disminuyen significativamente a mayor edad: el 5% de las mujeres mayores de 65 años reporta haber sufrido en los últimos 12 meses violencia y el 1% acoso sexual.
Mientras tanto, Brasil demuestra cómo las políticas pueden generar cambios: la proporción de mujeres que reportaron violencia en la encuesta cayó del 31% al 19%, y los casos de acoso sexual se redujeron del 20% al 10%. Esto ocurrió tras la reinstauración del Ministerio de la Mujer en 2023, la reactivación de líneas de atención 24/7 y refugios para mujeres, y la implementación de más de 10 nuevas leyes en favor de los derechos de las mujeres. «Estos datos resaltan la necesidad de esfuerzos sostenidos para proteger los derechos de las mujeres y garantizar que el progreso no solo sea percibido, sino que se refleje en experiencias reales», indicaron WIN y Voices.
En América Latina se encuentran cinco de los 15 países con más reportes de violencia contra las mujeres y siete de los 15 con mayores denuncias de acoso sexual, mostrando que estos flagelos si bien son globales son muy relevantes para nuestra región. Argentina encabeza la lista entre los 39 países medidos de violencia física o psicológica contra las mujeres, con un 39% (con una disminución con relación a la onda de 2024 que no alcanza para quitar a la Argentina del podio mundial), mientras que México lidera en reportes de acoso sexual con un 28%.
Tal como ocurre a nivel global, la violencia en nuestro país es más frecuente entre las mujeres jóvenes, llegando casi a la mitad de las encuestadas reportándolo entre los 18-35 años. También crece la mención de haber padecido este tipo de violencia a mayor nivel socioeconómico y en GBA e Interior con relación a CABA. En cuanto al acoso sexual, un 12% de las mujeres argentinas señala haberlo padecido en los últimos meses, en línea con la edición anterior. Reportan haberlo padecido más las mujeres de 18-24 años donde llega a un quinto (25%) y también se da con mayor frecuencia en GBA e Interior.
Constanza Cilley, responsable del estudio en la Argentina señala que «Los datos de Argentina reflejan una marcada brecha de género en la distribución de las tareas domésticas y una persistente desigualdad en el hogar. Aunque tres de cada cuatro personas creen que la igualdad se ha logrado en este ámbito, la realidad muestra que las mujeres siguen asumiendo la mayor parte del trabajo doméstico. Además, un dato central es que nuestro país encabeza la lista global de violencia de género, con un 39% de mujeres reportando haber sufrido violencia física o psicológica en el último año. Estos hallazgos subrayan la distancia entre percepción y realidad, y la urgencia de políticas que traduzcan los avances en igualdad en cambios concretos en la vida cotidiana.»