"Escuchar la voz ciudadana" por Marita Carballo

12 de diciembre de 2022 | Clarín
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Se advierte una baja de las expectativas positivas: 47% en 2020, 38% en 2021, y 25% en la última medición del año.

El año que viene es visto por la población como un año complicado tanto en lo económico como en lo político. Las expectativas son muy bajas. Todos los años en noviembre en Voices realizamos un estudio nacional sobre perspectivas en relación al año venidero y observamos que hoy solo un 25% de los argentinos espera un 2023 mejor que 2022, contra un 39% que espera un año peor y un 28% que sostiene que será similar.

Al analizar la comparación con años anteriores se advierte una baja de las expectativas positivas: 47% en 2020, 38% en 2021 y 25% en la última medición. Interesa destacar que se detecta una actitud algo mas optimista entre los jóvenes: 35% confía en que el año que viene será mejor, cifra que va descendiendo con el aumento de la edad a un 22% entre 35 y 49 años y un 19% en mayores de 50.

Asimismo encontramos una mejor expectativa entre los sectores de educación primaria, 30% prevé un año mejor mientras entre los secundarios es el 24% y quienes estudios superiores son los más pesimistas con una mayoría vaticinando un año peor (56%) y solo un 18% un año mejor.

En términos de expectativas económicas los resultados son aún más pesimistas con un 51% que prevé un año de problemas económicos y solo un 19% una mejoría, mientras el 23% considera será igual. En 2021 estas cifras eran también criticas pero levemente mejores con un 26% señalando una mejoría, un 18% igual y un 47% indicando mayores problemas.

El pesimismo es mayor entre los hombres que entre las mujeres (54% vs. 47%) y crece a medida que aumenta la edad. La mirada critica atraviesa todos los segmentos pero nuevamente son los sectores bajos y primarios los menos pesimistas (39% visualizan un año de dificultades vs. 24% que prevé una mejoría). Y entre quienes tienen estudios universitarios la situación es marcadamente mas negativa , 63% piensa que habrá grandes dificultades económicas vs un 11% que piensa que habrá mejoría.

El gran y principal problema es la inflación y la mayoría los argentinos espera un incremento (80%) . A esto se suma que seis de cada diez argentinos sienten temor de quedar desempleado. Esta situación genera gran incertidumbre y una percepción generalizada de que resulta casi imposible planificar, es muy difícil crecer y tener objetivos nítidos en el mediano y largo plazo. Un 76% tiene dificultades financieras para llegar a fin de mes y solo uno de cada diez argentinos sostiene que vive cómodamente, sin problemas y no necesita reducir sus gastos. Son fundamentalmente los sectores bajos y de nivel medio y las personas de edades intermedias con hijos quienes más declaran que no llegan a cubrir sus gastos mensuales.

Al indagar sobre felicidad también vemos una caída mientras en noviembre 2021 un 58% se declaraba feliz esta cifra ha descendido hoy al 38% y han aumentado los infelices de 11% a 17%. Se detecta un empeoramiento del cuadro anímico de las personas, frente a la incertidumbre y la inseguridad y esto genera angustia, miedo y bronca. Es que existe una percepción muy crítica del presente que se ha cristalizado en un pesimismo hacia el futuro.

El espectro de problemas que preocupa a los argentinos es muy amplio. Como señalamos se destaca por sobre todos la inflación pero también se reclama por la inseguridad, la corrupción, el empleo y la educación. Y se percibe como problemas la ausencia de componentes esenciales de la vida social: falta de certidumbre, de reglas claras y de horizontes de largo plazo. Estos aspectos que comprometen la confianza de las personas.

Por otro lado, se vislumbra un año electoral incierto con enfrentamientos constantes dentro de los mismos partidos y agrupaciones, tanto del oficialismo como de la oposición. Este enfrentamiento es considerado en forma negativa, como la expresión de estrategias para desplazar al oponente y alcanzar el poder sin animo constructivo. Esto aleja a los votantes de los políticos y genera desesperanza hacia el futuro. En contraposición, se reclama un mayor nivel de cooperación entre los actores políticos.

En un análisis histórico de perspectivas hacia el año venidero que venimos haciendo desde 1982 todos los años en base a muestras representativas de la población cubriendo todo el país, encontramos que hoy los argentinos están más desesperanzados y pesimistas hacia el futuro que nunca, solo en la crisis del 2001 encontramos resultados similares.

La baja expectativa sobre el futuro es un aspecto muy preocupante en la sociedad argentina y una gran deuda de la democracia. Existe una baja confianza en la resolución de los problemas del país no solo en el corto plazo sino en la próxima década tanto a nivel laboral, económico como de seguridad y que se agrava en relación a la pobreza. Este escepticismo se acentúa al no ver oportunidades de desarrollo personal y de progresar.

Es importante que la clase dirigente y en especial los políticos registren este estado de animo y se enfoquen en desarrollar programas y estrategias que resuelvan los principales problemas y demandas de la población. Es necesario que bajen al llano , escuchen a los ciudadanos , dejen de enfrentarse y articulen entre ellos respetando las diferencias y encontrando puntos de acuerdo para encauzar al país de manera que quien resulte electo pueda gobernar . Solo así el país podrá salir adelante y regenerar las expectativas sobre el futuro.

Marita Carballo

Presidente de Voices Research & Consultancy