Una encuesta reveló que tres de cada diez argentinos se perciben como “no saludables”
Hoy, en todo el mundo, se recuerda el Día Mundial de la Salud, pero los argentinos no tienen motivos para festejar, según revela una flamante encuesta. Solo el 72% se considera ‘saludable’, marcando un claro descenso desde lo que se pensaba en 2018. El estudio también muestra deterioros en la autopercepción del peso y del sueño. Además, Argentina lidera junto a Perú el ranking global de estrés, con solo el 35% que califica su nivel como ‘bueno’. Los principales desencadenantes de estrés son el trabajo y la falta de dinero, y esto afecta especialmente a las mujeres y a los jóvenes.
El planeta entero festeja hoy un nuevo Día Mundial de la Salud. Pero los argentinos, como parece ser la norma general de estos días, no sienten que haya nada para festejar. Y tampoco en esta temática. Esa es la conclusión de una encuesta que les preguntó a mil mayores de 18 años, de todo el país, cómo percibían su salud. Los resultados siguen la tendencia declinante de los años anteriores. Básicamente: deterioro y malestar.
Esta misma encuesta se viene realizando año tras año. “Desde las consultoras WIN y Voices! venimos siguiendo la autoevaluación sobre este tema que hace la población de casi 40 países en autopercepción de salud. Lo hacemos desde 2018”, le comentó a PERFIL Constanza Cilley, directora de la empresa. Y agregó: “Vemos que los argentinos tendemos a evaluar peor que el promedio global casi todos los aspectos de este tema. Y nos destacamos, sobre todo, por el alto nivel de estrés, donde –junto a Perú– lideramos el ranking global”.
General. Para empezar por el dato general, la primera pregunta fue cómo es la autopercepción de los argentinos con respecto a su salud. Y la respuesta es mala por dos. Primero porque solo el 72% se percibe ‘saludable’ o ‘muy saludable’. Pero el dato clave es que estas contestaciones vienen en claro declive, ya que en el año 2018 el 86% de los argentinos dio esa misma respuesta. Desde entonces, el porcentaje no dejó de caer año tras año.
Al comenzar a desgranar el cuestionario en más detalle, ese mismo fenómeno se vuelve a repetir. A la pregunta sobre ¿cómo ve su estado físico?, los resultados del estudio de Voices! marcan que el 61% tiene una buena percepción de su estado físico. En cambio, un 34% lo evalúa de forma negativa (‘bastante malo’ + ‘muy malo’). Esto es cinco puntos porcentuales menos que la percepción global.
Hablando de lo que pasa a nivel mundial, si se analiza esta respuesta país por país, es posible concluir que la nación con peor autopercepción de salud es africana, Nigeria, donde la mitad de sus habitantes se considera en la categoría “Poco + Nada saludable”. En el otro extremo de esta balanza está Indonesia, que se destaca por un muy alto nivel de buena salud percibida: de hecho, casi la totalidad de los encuestados (el 96%) se autopercibe como ‘Saludable’ o ‘Muy saludable’, encabezando la lista de los 39 países encuestados.
Si la consulta se circunscribe a nuestro continente, entre los países de América Latina, México y Paraguay son los que más arriba se encuentran en el ranking de mejor “autopercepción” de salud. Algo más abajo, aunque en línea con la media global, aparecen Brasil (74%), Ecuador (73%) y Argentina (72%). Y con valores por debajo del promedio se encuentran Perú (63%) y Chile (56%).
Mucho peso. ¿Qué pasa a la hora de “sentir” el sensible tema del peso? Otra vez una tendencia negativa. Si bien el 59% lo evalúa como ‘bastante bueno’ + ‘muy bueno’, el 36% se percibe mal: ‘bastante malo’ + ‘muy malo’. Además, también este indicador viene empeorando desde mediciones anteriores, ya que la evaluación positiva de los argentinos respecto de su peso disminuyó 10 puntos desde 2018 (69% a 59%).
En el mundo, el ranking de países cuyos habitantes se reflejan a sí mismos como “más flacos” lo encabeza Indonesia. Seguido por Vietnam, Pakistán y la India. En estas naciones, alrededor de nueve de cada diez encuestados evalúan de forma positiva su propio peso.
¿Qué pasa con el sueño? En nuestro país, el 60% de los encuestados afirmó tener una opinión positiva respecto de su propia calidad de sueño, evaluándose como un aspecto ‘bueno’ + ‘bastante bueno’ de su salud. En cambio, el 36% lo evalúa de forma negativa.
Los datos permiten tener más detalles: la evaluación positiva del sueño crece entre los hombres argentinos (65% vs. 55% en mujeres), y también aumenta con la edad de los encuestados (52% en jóvenes de 18 a 24 años, 59% en adultos de 25 a 49 años, 64% entre los de 50 a 64 y alcanza a 68% de los de 65 años y más). Por otro lado, también se encontró un par de variables que resultan “originales”: a mayor nivel educativo alcanzado y a mayor nivel socioeconómico de la persona, resulta que el sueño autopercibido es de mejor calidad que en personas con menor nivel cultural y menor poder adquisitivo.
El estrés: uno de los síntomas que más sufren los consultados
A nivel global, el 66% de los encuestados considera que su nivel de estrés puede ser autocalificado como ‘bastante bueno’ + ‘muy bueno’, versus el 32% que lo considera como ‘bastante malo’ + ‘muy malo’.
En este sentido, las mujeres son las más críticas al evaluar su nivel de estrés, por encima de los varones.
Argentina y Perú son los países en donde peor se evalúa el nivel de estrés. Apenas el 35% de argentinos encuestados y un 40% de chilenos califican su estrés como “bastante bueno + muy bueno”. Estos números están muy por debajo del 66% que es el promedio global. Por otro lado, el 54% de los argentinos dice padecer un estrés ‘muy o bastante malo’.
¿Los motivos de esta situación? Los más comunes son: por temas de trabajo, seguido por la falta de dinero.
En tercer lugar lo genera la familia y luego la salud y el desempleo. Con menor impacto también se registran situaciones de estrés por las guerras y por los desastres ambientales.
Mirando por género, las mujeres son más críticas al evaluar su propio nivel de estrés que los varones. Y también los mayores de edad registran una mejor evaluación de su estrés.
En otras palabras, esta situación parece afectar más gravemente a las mujeres y a los más jóvenes.